Las últimas lluvias torrenciales en la costa azul francesa con Niza como una de las más afectadas y más de 16 muertos han forzado la suspensión del campeonato de Europa de clubes que se iban a celebrar este domingo. Estas lluvias repentinas sorprendieron durante la noche y los daños son cuantiosos.
El presidente de la república francesa, François Hollande, ha expresado “la solidaridad de la nación” a los familiares y amigos de las víctimas de las inundaciones. Por su parte, el primer ministro, Manuel Valls, ha manifestado a través de su cuenta oficial de Twitter la “profunda emoción” que siente ante “las terribles consecuencias” de la tormenta y su “apoyo a las familias”.
El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, ha achacado el duro balance de víctimas a “un fenómeno repentino, violento” en el que en dos horas cayeron 175 litros por metro cuadrado, el equivalente a dos meses de lluvia en la zona, según los servicios meteorológicos.